lunes, 18 de julio de 2011

Abre los ojos...*

-De verdad, te admiro- me dijo ella.

Yo asombrada le dije: -¿me admiras? Pero si no he hecho nada, puedo decir casi con toda seguridad que es la primera vez que no hago nada, que no lucho, que simplemente lo doy por perdido.-le dije.

-Por eso mismo- me dijo ella.

-¿Cómo que por eso mismo?...No, las cosas no son así, siempre debemos luchar por lo que queremos pase lo que pase, hasta que deje de valer la pena luchar por ello, pero siempre intentarlo, no darlo por perdido.- le dije.

-¿No te has dado cuenta, no?-me dijo ella.

-¿De qué se supone que me tendría que dar cuenta?- le dije.

-Eres más valiente de lo que crees, sin darte cuenta has tomado una decisión al respecto, y tu decisión ha sido no hacer nada, afrontar que ya no hay motivo para seguir intentándolo, porque ya todo ha acabado, la lucha ya ha finalizado, es mejor que todo quede así, sin más lucha, sin más intentos; simplemente has sabido cuando era el momento para retirarse con orgullo, el momento justo y preciso, y has empezado a afrontarlo con valentía pensando que no hay motivo por el cual quedarse en el pasado, ya que lo que importa ahora es el presente, y por lo único que nunca hay que dejar de luchar es por conseguir la felicidad en cada instante.- me dijo ella.



A veces solo hace falta que una persona nos ayude a ver, lo que nosotros ya hemos visto anteriormente, pero no hemos comprendido hasta ese momento.

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