Lo vi venir, sonreí sin darme cuenta, no tenía ni idea de donde salían esas ganas inmensas de ampliar mi sonrisa hasta el infinito y contra las cuales no podia luchar. Me devolvio la sonrisa y me dijo:
-Tengo una buena noticia y una mala- el
-Prefiero escuchar primero la buena- Ella
-Te hecho caso, he dejado de hacer eso que tanto odiabas- el (guiñándole el ojo)
- MMM, ¿y la mala?- Ella
- Que ahora ya no tienes escusas para negarme ni un beso más- El