El amor es solo una palabra, hasta que alguien viene y le da significado...

Punto y aparte.

¿Sabes esa sensación que tienes cuando a pesar del tiempo sientes que estás unida a una persona?

Es una sensación inexplicable, e incluso irracional, ya que puede que hayan pasado meses o años en que no sabes nada de esa persona, pero sientes que de una manera u otra está ahí, sientes que está cerca de ti, que forma parte de tu vida, y que ella está pasando por lo mismo que tú.

De repente, un día vuelves a tener noticias de esa persona, vuelves a recordar todos los momentos vividos, y ves que ha cambiado, que ya no es la misma persona, como tú.

Las experiencias de algún modo nos cambian, sobre todo los sucesos que para nosotros son importantes y que marcan en nuestra vida un antes y un después, nosotros marcamos en nuestras vidas un punto y aparte, pero ya sabes, como en todas las historias solo se acaban cuando se marca un punto y final.

Barreras...

Con el tiempo aprendemos a construir barreras, estas poco a poco se van haciendo más gruesas e impenetrables, por miedo a que alguien consiga atravesarlas y nos hagan daño. Cada persona tiene sus barreras, acompañadas de recuerdos y experiencias pasadas que le hacen volver a experimentar lo que paso la última vez que esas barreras desaparecieron.

Estas solo pueden ser quebradas por personas importantes en nuestra vida, de una manera u otra, personas en las que empezamos a confiar, a veces incluso sin percatarnos de ello, son capaces de desdibujar esas barreras llegando a atravesarlas, y cuando queremos darnos cuenta esas barreras ya no existen para esas personas.

El día en que te conocí supe que tu atravesarías esas barreras, las reforcé a conciencia, sabiendo que aunque quería arriesgarme debía ser precavida, pero al final deje que las atravesaras y confié….Hoy estoy construyendo de nuevo esas barreras, más gruesas y altas que nunca.

En la noche, te perdí.

Mil palabras se evaden en la noche, junto a nuestras miradas antes entrelazadas,

sin quererlo nos hemos perdido, nos hemos perdido en el camino,

bastando únicamente un descuido,

y suspiro, si suspiro,
pues sin quererlo, te he perdido.

E f í m e r o .

Estaba diferente, incluso un poco irreconocible, ella le observaba sin dar crédito a lo que veía y poco a poco se le iba apoderando un terrible vacío. Sus palabras sonaban diferente, su mirada ya no tenía ese brillo, incluso su sonrisa ya no era la misma de siempre, algo había cambiado, algo le había cambiado. No era capaz de reconocer en el, a aquella persona que creía conocer y que ahora solo era una persona más entre la multitud. Ya no tenía esa luz que ella admiraba, ya no le transmitía esa seguridad y confianza, ya había olvidado el efecto de su mirada. Ella se dejo inundar por ese enorme vacío que sentía al ver que no quedaba nada de esa persona que conoció, quizás solo había sido un espejismo demasiado largo, quizás solo había sido un sueño muy cercano a la realidad o quizás, simplemente, se volvió a equivocar.

Si tú no estás aquí...*

Tengo miedo, miedo a volver a sufrir,

a volverme a caer, a volver a sentir, a tener ese vacío en mí,

si tú no estás aquí.

Costumbres y miedo, mucho miedo...*

 Estamos tan acostumbrados a ver las cosas desde una perspectiva, a hacer las cosas de una manera y a sentir las emociones en unos momentos concretos, que cuando las cosas no siguen los esquemas predeterminados sentimos miedo, miedo a no poder controlar nuestros sentimientos, miedo a que las cosas se nos vayan de las manos, miedo, mucho miedo.

Y es entonces, cuando por culpa de ese miedo, no conseguimos ser nosotros mismos y dejarnos llevar, sin pensar en nada más que el aquí y el ahora, y ahí en ese momento, es cuando nosotros mismo fastidiamos todo, y nos dejamos llevar por ese miedo, sin darnos cuenta de que ese miedo, termina con todo y es nuestro peor enemigo.

Los límites son culpa del miedo

"Hay sentimientos que no se puede expresar con palabras,

y palabras en las que no hayas ningún sentimiento."

Las personas temen lo primero, 

yo en cambio temo lo segundo.