lunes, 5 de diciembre de 2011

invierno frío, invierno inesperado...*

Se notaba que había llegado el invierno, empezaba a parecer una cebolla de la cantidad de capas que llevaba y apreciaba la calidez del sol más que nunca. Esta estación nunca me ha gustado demasiado, siempre me ha transmitido cierta tristeza y nostalgia, no sé realmente porque, pero a pesar de eso, también tenía sus cosas buenas, los paseos por las calles iluminadas por miles de lucecitas, músicos tocando por las calles, niños deseosos de que nevara para jugar con la nieve… 

Ese día me había levantado con una sonrisa, hacia un sol increíble y el frío no era como el de los días anteriores, así que salí a la calle para dar una vuelta y ver algún detalle para regalar en navidad.
Realmente era genial, había mil cosas por las calles, se notaba que era diciembre, muchos adornos, mucha luz, mucha gente…gente conocida, gente desconocida, y gente que no te esperas encontrar…Iba caminando pensando en mis cosas, cuando levante la mirada y ahí estaba él, dirigiéndose hacia mí, ¿cómo era posible? ¿Cuándo había vuelto? ¿Por qué me lo tenía que encontrar justamente ahora?
Se acerco hacia mí sonriendo a la vez que nervioso, justo como me sentía yo.
+ ¡Hola! Cuánto tiempo eh!- Me dijo él…
-¡Hola!  Si, la verdad, ya han pasado…¿seis meses desde que te fuiste?- dije
+ Sí, más o menos, la verdad es que ya tocaba volver, tanto tiempo fuera de casa se nota y más tan lejos-
- ¡Cierto!  ¿Y qué tal todo por allí? ¿Cómo te ha ido?- Estaba ansiosa por saber que había sido de él, que era de su vida, si tenía a alguien especial, y sobre todo si había pensado en mí, como muchas veces había hecho yo.
+ Por allí todo genial, alguna dificultad al principio con el idioma pero luego genial, aunque atareado todo el día sin parar, pero bueno eso en mi no es ninguna novedad j aja. Aunque la verdad es que, os he echado de menos-  intente eludir la última frase, dando por hecho que era una generalización en la que yo no estaba incluida.
- Me alegro que todo te haya ido bien, ¿y no sabes nada de Pedro, Marcos y las chicas?-Yo
+ No mucho la verdad, los primeros meses estuvimos en contacto, pero luego me he aislado bastante, por eso he echado tanto de menos estar aquí, mi familia y algunas personas en especial, la verdad, te puede sonar raro…pero he pensado mucho en ti….y en nosotros.-Él

Al oírlo, note que el corazón me daba un vuelco, era lo que deseaba oír desde que se fue, había soñado mil veces con ese momento, pero no era ni en este instante ni así como pasaba en mi sueño.

- ¿En mi? ¿En nosotros?- Solo pude pronunciar esas dos preguntas, estaba tan nerviosa que no podía decir nada más.
+ Sí… la verdad es que te echado de menos, he pensado mil veces en llamarte o escribirte, pero nunca he tenido el valor suficiente, tampoco sabía si querías saber algo de mí, ni si seguías pensando en nosotros...- Ahí paro, me cogió las manos y me miro fijamente a los ojos.

No me lo podía creer, yo sí que había pensado miles de veces en llamarle, incluso en escribirle, pero tenía miedo de oír de su boca que no quería saber nada más de mi, de nosotros. Estaba furiosa y a la vez triste, no entendía por qué ahora que había superado todo lo que paso, que había podido dejarlo atrás, volvía aparecer de la nada.

+ Quiero que lo volvamos a intentar...te sigo queriendo.- Él

No me salían las palabras, solo pude decir:
- Y luego, ¿te volverás a ir?- Yo
+ Bueno, después de navidades tengo que volver, pero eso no será un problema estaremos en contacto, te lo prometo.- Él
- Eso es lo que dices ahora, pero luego te irás, como si realmente no te importara lo que dejas atrás, volverás a desaparecer, te necesitare y no estarás, necesitare sentirte a mi lado y me tendré que conformar con una carta o una llamada con suerte, y después de mucho esperar cuando por fin vuelvas seremos como dos extraños que no tiene claro nada, y tu para justificarte dirás que la culpa es del tiempo y la distancia, como siempre claro.
+ No…pero…- Sin dejarle acabar de hablar.
- Has sido muy importante para mí y te aprecio muchisimo, pero yo necesito a una persona que este al cien por cien, que cuando la necesite este a mi lado y pueda sentirla cada mañana al despertar, y créeme desearía que fueras tú esa persona, pero lo que no puede ser, no puede ser. Y lo nuestro no fue posible, no es posible, y quién sabe si algún día lo será. Pero ahora, soy yo la que tiene que poner la razón por delante del corazón. Lo siento.- (Hice una breve pausa)-Me tengo que ir. Que todo te vaya bien.-

Sin dejarle contestar, me deshice de sus manos, y salí corriendo, tenía miedo a no aguantar un segundo más, y decirle que sí, que me encantaría volver a intentarlo, que le echaba de menos; pero no podía volver a pasar por eso, nuestro momento ya paso y ahora era mi momento, era el momento de vivir mi vida y encontrar a una persona que pudiera hacerme realmente feliz.

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