Harta de escucharme me dijo:
¿Sabes cuál es tu problema? Que no te conformas, no eres capaz de disfrutar con lo que tienes, sea mucho o poco, todo tiene que salir como, cuando y donde tú quieras, sin ser capaz de conformarte nunca. Y eso es lo que te hace que nunca llegues a alcanzar la verdadera felicidad y que siempre te parezca todo incompleto o insuficiente.
Entonces dije: que propones, ¿que sea indiferente a todo?
No, propongo que disfrutes del momento, del ahora, y el mañana ya vendrá, en vez de crearte expectativas, crea momentos y situaciones, pero sin que esté todo planeado ni tenga que salir todo como tú quieras, y así empezaras a disfrutar de las cosas y a dejar de lamentarte por otras.
En ese momento le abrace y le dije: no se qué haría sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario